martes, 6 de noviembre de 2012

AUTOESTIMA - COMO MOTOR DE TU VIDA


Un ingrediente fundamental para que tu vida funcione en todos los aspectos es la autoestima. Por eso la llamo el motor de tu vida, sin ella todo lo demás se desmorona.
Cuando no te quieres lo suficiente sufres porque distorsionas la realidad haciendo tus defectos más grandes y tus virtudes pequeñas.
Da igual que te digan que eres maravillosa, que eres una mujer con cualidades y talentos, tu baja autoestima se encargará de decirte lo contrario.
Quiérete más que a nadie
Quererte no es ser egoísta. Significa que te aceptas de tal manera que eres capaz de amar a los demás con todos sus defectos. La aceptación de ti misma implica tu aceptación de los demás
No tienes que ser perfecta para quererte. Sé tolerante y comprensiva contigo misma y lo serás con los demás.
Todas tenemos defectos, pero somos capaces de identificarlos y poner de nuestra parte para mejorarlos.
No tiene más autoestima la más perfecta sino la que más se quiere y se acepta.
Una sana autoestima
Tu autoestima está sana cuando te valoras positivamente. Esta valoración es independiente de la realidad Puedes ser una mujer estupenda, capaz e inteligente pero si tú no lo sientes así para ti no será verdad.
Un buen nivel de autoestima te permite:
Ser más feliz.
Expresar tus ideas, tus gustos y tu manera de pensar libremente.
Aceptar tus errores y no sentirte fracasada.
Planificar tus objetivos y metas con ilusión y determinación.
Relacionarte de una manera sana e independiente con los demás.
Reconocer los logros y éxitos de los demás.
¡Fuera la autocrítica!
Deja de criticarte a cada momento, no te juzgues de una manera dura y asume que no eres perfecta ni tienes que serlo.
Toma conciencia de que eres un ser maravilloso y único y que puedes conseguir lo que te propongas cuando te aceptes, te respetes y te valores como lo que eres, un ser humano increíble.
Decide y asume todo aquello que puedes mejorar cada día, te irá acercando a una vida más feliz.
Escoge el cambio porque tienes el poder de decidirlo y hacerlo, no porque pienses que no vales y no eres buena en nada.
Es muy distinto aceptarte desde la comprensión y el respeto a ti misma que desde la crítica y el rechazo de tu persona.
Aumenta tu autoestima
No tienes que ser perfecta, querer llegar a serlo no aumenta tu autoestima.
Acéptate como eres, quiérete y mímate. Pero también trata de mejorar cada día.
No te compares con nadie, no tienes que ser como otros. Sé tú misma, es más fácil que querer parecerse a alguien. Aprende y modela a las personas que admiras, pero sin dejar de ser tú.
No pienses que tus problemas se deben a tu forma de ser, que atraes la mala suerte o cosas parecidas.
Quita de tu vocabulario frases como: “No valgo para nada”, “qué torpe soy”, “nadie me quiere”. Párate a pensar en qué fundamentas esos pensamientos. ¿Crees que porque alguien te lo diga ya es verdad?
Lo importante es lo que tú piensas no lo que los demás dicen.
Cuando te sorprendas criticándote imagina que la crítica es hacia alguien que quieres mucho. ¿Qué le dirías para que no le hiciera daño?
Cuídate como si fueras alguien a quien tienes que hacer feliz cada día.
Todas las personas somos especiales, únicas y dignas de ser valoradas y amadas. Tú también.

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